Foto: Carlos Rivero.
LA TORPEZA (fragmento II)
Solamente aprendemos que las ausencias crecen
cuando, aún no estando muertos,
somos nosotros mismos los ausentes.
Restos de lo que fuimos, cadáveres erguidos
revestidos de sal petrificada,
pletóricos de pérdidas y miedo,
que siguen caminando a duras penas.
Solamente aprendemos cuando las cicatrices
se despiertan, cuando duelen la carne y el alma
al mismo tiempo, cuando no queda nada
que alivie el estertor de la conciencia. *Autor: Isidro Bueno Hernandez.
(Del libro: "El vuelo de la palabra, la poesía
en Extremadura 2011".
Editado por Ayuntamiento de Badajoz 2011)
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